El arte de dejar ir sin romperte
A veces soltar duele, pero aferrarse puede doler mucho más. Aprender a dejar ir no es símbolo de debilidad, es un acto de amor propio y valentía.
Soltar puede significar dejar ir una relación, una etapa, un trabajo o incluso una versión de ti misma. Es reconocer lo que ya no te nutre, permítete cerrar esa etapa y continuar creciendo, permítete el espacio para renacer.
Para soltar sin romperte necesitas :
- Contacto 0, por lo menos en el inicio de la ruptura.
- Aceptar y perdonar lo que fue sin juicio.
- Abrazar tus emociones sin aferrarte a ellas.
- Reescribir tu historia desde la compasión.
- Confiar en que todo lo que se va deja espacio para que lleguen cosas nuevas.
¿Por qué nos cuesta soltar?
Quizás estemos asociando apego con seguridad. Soltar puede sentirse como rendirse muchas veces, se siente que no podremos comenzar otra vez, y se pasa por una tristeza profunda muchas veces que pueden generar un estrés que enferma a la mente y el alma. Pero la realidad es muy diferente, soltar es confiar en que algo mejor puede llegar.
Señales de que necesitas soltar:
- Cansancio emocional constante.
- Repetición de ciclos.
- Ansiedad y estrés constante.
- Resistencia al cambio.
- Sentimiento de estancamiento.
Para comenzar a soltar acepta que no todo depende de ti, sé paciente con tu proceso que requiere tiempo, comienza a conocerte más, acompáñate cuando te sientas sola, Haz espacio emocional escribiendo o hablando. Practica el desapego desde la gratitud, no desde el rencor. Respira, medita lo que es para tí, encuentra el camino.
Soltar no es fracasar, no es perder, sino es ganar liberando tu alma de las cadenas que la atan. Es crecer con fuerza. Es permitirte florecer incluso cuando las raíces tiemblan. Riega tu amor propio cada día y verás que las hojas y pétalos que haz perdido son solo heridas del pasado que te hacen mas fuerte y bonita.
FLORECE EN LA TORMENTA.
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